Niebla (Miguel de Unamuno) (3)

Comentar esta novela, o nivola, es para mí, profano e ignorante, un atrevimiento. Siendo esto así pido al lector que no tome mis palabras como válidas sino simplemente como una opinión carente de relevancia. Unamuno es considerado como uno de los padres de la novela contemporanea, alejándose del estilo narrativo realista, imperante en la época. Uno de los grandes escritores españoles de todos los tiempos.

Augusto, el personaje principal, cuestiona el mundo que le rodea y así mismo hasta límites absurdos. Cuestiona la esencia misma de su ser y, por lo tanto, del ser humano como concepto. Cada relación de Augusto con el resto de personajes es una historia en sí misma. Estos personajes son diversos y van desde el pragmatismo más radical hasta la contradicción o incluso el absurdo. Es, en mi opinión, un tratado de filosofía en el que Unamuno despedaza sin compasión el alma humana con su bisturí que en ocasiones resulta lúcido y clarificador, y en otras, no pocas, cubre con una niebla espesa algunas de las ideas generalmente aceptadas. 

No es suficiente decir que el díalogo abunda, ya que todo es diálogo. La lectura es ágil, con capítulos cortos pero intensos. Esta novela acepta múltiples interpretaciones y puede ser una de esas lecturas recurrentes que le persiguen a uno a lo largo (o corto) de su vida. Múltiples reflexiones geniales que en ocasiones levantan la sospecha de que el autor está expresamente jugando con el lector con un sentido del humor velado y sosfiticado.

Totalmente recomendable, así como otras obras del autor bilbaino, del que sugiero, a los que no le conozcan, indaguen, aunque sea someramente, en su vida y pensamiento ya que se trata de un personaje  provisto de una mente lúcida como pocas. 

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