Primer libro del año. Seis meses para leer la mitad y un día para leer el resto. En parte por falta de tiempo y en parte por falta de ganas. La primera parte me pareció aburrida y falta de tensión, pero todo cambió hacia la mitad, ganando ritmo y atando muy bien atada una trama que tenía pinta de no encajar. Muy buen cierre.
Es un thriller ligero y de fácil lectura, ideal para tardes de invierno en las que únicamente se quiere disfrutar de una buena historia.